Han pasado dos años desde la Ley Foral 12/2010, que supuso el
primer gran tijeretazo al estado de bienestar. Pues bien, tras dos años de
recortes y ajustes, dos años de medidas y más medidas extraordinarias, queda
sobradamente demostrada la excelente eficacia de UPN-PSN en llenar páginas,
minutos y bytes en los distintos medios de comunicación. Como entretenedores de
la masa social de esta Comunidad Foral de Navarra no tienen precio, lo que
llevaba meses pareciendo una canción de Pimpinela ha acabado, o llegado al
intermedio, como una tragicomedia.
Es en el segundo acto de la misma, en este ejercicio de 2012, cuando
vuelven a las andadas por tercera
vez consecutiva, si es que las han dejado en algún momento. Recién aprobado el
Presupuesto, un presupuesto que nadie se creía, ya realizaron un recorte de 54
millones, “impuesto desde Madrid”, dijeron. Ahora tenemos encima un nuevo
recorte de 132 millones, justificado esta vez en la caída de ingresos, que se
ceba especialmente con la UPNA a pesar de que nos dicen que no toca a educación
ni sanidad. ¿Cómo hicieron las previsiones? ¿Por qué cuando pedíamos que tuviéramos
en cuenta otras posibilidades se negaron?
Pues bien, en noviembre pasado, en pleno debate presupuestario
escribí un artículo en el que preguntaba: ¿Puede asegurar el Gobierno que en 2012
no volverá a hacer ajustes? Pregunta evidentemente retórica puesto que ya
decíamos en el debate que era un falso presupuesto. Y entonces… la siguiente
cuestión que me venía a la cabeza es: ¿a quién le tocará salir del paraguas de
la protección “sostenible” del sistema? ¿quiénes serán los nuevos sacrificados
que soportarán el mantenimiento, a toda costa, de este sistema “justo, austero
y sostenible”?
Pues bien, volveremos a preguntar ¿será este el último rodillo que
pasen UPN, antes y ahora en el gobierno, y PSN, antes en la oposición
gobernando, luego en el gobierno de oposición interna, ahora de nuevo en la
oposición entre aguas? Dicho de otro modo, ¿esto es todo lo que cabe esperar?
¿de verdad tenemos que resignarnos a que en septiembre vuelvan a aplicar otro
tijeretazo?
Como novedad, el PSN quiere que se cree una comisión de
investigación para revisar el gasto y las cuentas, y eso está muy bien, aunque hace
una semana nos tachaban de irresponsables a quienes cuestionábamos el modelo de
gasto, nos llamaban alarmistas, nos acusaban de mentir. Lo que no está claro es
que sea uno de los responsable de este modelo, que lleva años sosteniendo, el que quiera ahora apuntarse al carro.
Se me ocurre otra pregunta ahora que muestran tanta preocupación
por las cuentas:¿es que en el Gobierno nadie se lee los informes de la Cámara
de Comptos? En el último informe aportado al Parlamento, el de las Cuentas
Generales de 2010 señalaba dos cosas: 1) “el descenso de los ingresos
corrientes en mayor proporción que los gastos corrientes así como el
significativo incremento de la deuda en el periodo 2008 a 2010 y, en
consecuencia, de la carga financiera, está originando un progresivo decremento
del excedente de recursos ordinarios”; y 2) “no se dispone, al cierre del
ejercicio 2010, de recursos líquidos para financiar gastos en 2011” . Esa es la conclusión a
la que llega la Cámara de Comptos en el primer año de los tijeretazos
auspiciados por la pareja de líderes políticos que tanto sintonizaban: Miguel
Sanz y Roberto Jiménez.
Lo denunciaba en noviembre: han pasado el rodillo sobre las capas
más desfavorecidas, la renta básica, la población inmigrante, ayudas para
rehabilitación de vivienda, ayudas para empleo protegido, las ayudas a las
familias… Pero siguen manteniendo y aumentando en jefaturas creadas para
acomodar personas y manteniendo subvenciones a entidades para pagar favores
políticos y sociales. Lo diré una vez más: lo que sin duda ninguna está en
crisis es el modelo presupuestario clientelar de UPN y PSN, no tienen que
mostrar esa eficiencia que exigen, pueden seguir haciendo economía doméstica, manteniendo
el cortijo. Ese es el auténtico lastre económico. Esta es la única razón por la
que no son capaces de plantear un debate serio y en profundidad sobre el modelo
de gestión presupuestaria, un debate verdaderamente democrático en el que se
decida qué modelo de ingresos y qué modelo de gastos nos conviene y nos
convence.
Tijeretazos aplicados, eso sí, con esa responsabilidad del “es lo
que hay”, porque a quienes hemos osado criticar, en las formas y en el fondo,
todas estas medidas, planes, petachos, ajustes y tijeratazos se nos ha tachado
de irresponsables y se nos ha exigido colaborar.