viernes, 19 de agosto de 2011

Niños y niñas soldado, que su pasado no condene su futuro

Niños y niñas soldado, que su pasado no condene su futuro


Hay comisiones parlamentarias que todo el mundo conoce, algunas se siguen con más interés que otras porque las cuestiones que allí se tratan nos tocan de una forma más cercana. Son temas de esos que nos afectan en el día a día, la prensa hace además un seguimiento cotidiano de la actividad de las mismas.
No todas las comisiones tienen ese tirón mediático, hay algunas cuya actividad parlamentaria es prácticamente desconocida, de esas que pasan sin pena ni gloria. Yo quiero hablar de una de ellas, la Comisión Especial de Convivencia y Solidaridad Internacional.
Soy consciente de que ahora mismo, sin duda, hay otras cuestiones más jugosas que despiertan la curiosidad de todos y todas nosotras pero no me rendiré ante la evidencia, seguiré intentando crear un hueco por dónde acercar estos hechos que ocurren tan lejos de aquí.
Sin quitar importancia ninguna a la actividad política navarra, entendiendo que lógicamente lo que nos interesa más es lo que más directamente nos afecta, nuestro día a día, nuestra crisis, la de nuestra casa, nuestra familia quiero llamar la atención sobre otros temas más allá de nuestras fronteras.
Son muchas las sesiones de trabajo que hemos venido realizando en esta comisión y todas ellas dignas de mención pero hoy me centraré en la que tuvimos ayer. Estuvieron los representantes de ALBOAN para informarnos de su proyecto de niños y niñas soldado. Las sesiones de trabajo de esta comisión por lo general tienen la virtud de romper la indiferencia, de abrirnos los ojos a las distintas realidades,  y ésta logró crear momentos de clara emoción.
Quisieron poner rostro y voz a aquellos niños y niñas que han estado vinculados al conflicto armado y desde luego lo consiguieron.
Aunque resulta inconcebible que todavía hoy se pueda reclutar a menores es un hecho cierto. Nos hablaron de unos 300.000 niños y niñas; de todas estas criaturas que han sentido miedo, miedo a matar, miedo a morir. Criaturas a las que no se les ha permitido tener una infancia, criaturas con las que se violan los Derechos de la Infancia sin ningún pudor.
Ya en un informe publicado hace años se afirmaba que la razón del reclutamiento de los y las menores es sencilla y llanamente que son “baratos y es fácil lavarles el cerebro para convertirlos en atrevidos guerreros”. No pensemos que las cosas han cambiado mucho porque en el Informe Global 2008 aparecen las siguientes palabras de un alto mando del Ejército Nacional de Chad: “Los niños soldados son ideales porque no se quejan, no esperan que les paguen y, si les dices que maten, matan”
Algo nos podremos y tendremos que plantear cuando es más fácil matar que comer. El precio de una Kalashnikov equivale allí al de una gallina, 5$, y mientras .... 9 niños y niñas mueren cada minuto.
No me considero una persona pesimista y no quisiera dar esa impresión, mucho menos cuando lo que nos quisieron transmitir es esperanza, soluciones ante un problema serio. No quiero cerrar los ojos, no quiero que hoy se me haya olvidado ya. Siento que he de actuar sin culpabilidad, sin cargos de conciencia pero con la seguridad de que algo ha de cambiar. Pregunté:
¿Qué podemos hacer? y entre las respuestas estaba la sensibilización, la creación de preocupación por este tema. Así que aquí me tienen dale que te pego a la tecla para poner un granito de arena, nos queda mucho por hacer pero esto no ha de ser motivo de desaliento si no razón de peso para luchar con más ánimo.
Soy conocedora de que la sociedad navarra es muy solidaria y responde generosamente a los múltiples llamamientos que se hacen desde las distintas organizaciones ante una catástrofe. Ahora también podemos llevar adelante esta solidaridad, podemos contribuir a que estos actos no queden impunes, para ello es necesario crear presión internacional. No dejemos que el pasado condene su futuro, démosles la posibilidad de vivir su infancia.
Esto es posible cada uno de nosotros y nosotras mantenemos un interés vivo, si conseguimos que esto no sea una noticia anecdótica en un momento perdido. 
Desde aquí mi reconocimiento más sincero a las personas que luchan por un mundo mejor tanto aquí como en cualquier otro rincón del mundo y hoy especialmente a ALBOAN y al resto de las asociaciones que trabajan conjuntamente en la “Coalición española para acabar con la utilización de los niños y niñas soldado”: Amnistía Internacional, Entreculturas, Fundación el Compromiso, el Servicio Jesuita a los Refugiados y Save the children.
Marzo 2009

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